La Fundación Cristino de Vera-Espacio Cultural CajaCanarias, en colaboración con la Embajada de México en España, presenta el Ciclo de cine mexicano que, integrado por cuatro largometrajes, se celebrará entre el 11 de marzo y el 1 de abril, en la sede de la entidad, situada en la calle San Agustín, 18 de San Cristóbal de La Laguna. Las películas, con entrada gratuita y aforo limitado, se exhibirán en versión original, a partir de las 19:00 horas. Toda la información se encuentra disponible en www.fundacioncristinodevera.com

Ha transcurrido más de dos décadas desde que Amores perros (2000), así como Y tu mamá también (2001), impulsara un renacimiento en el cine mexicano. Estas cintas, que contribuyeron a generar una nueva apreciación nacional e internacional del cine del país, lanzaron las carreras de varios talentos que Hollywood acogió con voracidad. De este modo, la esperanza de una industria cinematográfica que se encontraba, hasta aquel momento, estancada, revivió e inspiró a una nueva generación de directores que comenzó a llevar a la gran pantalla historias con planteamientos diversos y complejos, como las que ofrece este ciclo de cine mexicano. A través de cuatro filmes de algunos de los cineastas más destacados de los últimos años, descubriremos voces únicas e historias conmovedoras que reflexionan sobre la identidad, las relaciones humanas y los nuevos retos de la sociedad mexicana.

La actividad comienza mañana, martes 11 de marzo, con la proyección del largometraje Todo el mundo tiene a alguien menos yo [2012], dirigido por Raúl Fuentes, La historia, interpretada magistralmente por Andrea Portal y Naian Daeva y contada en blanco y negro, tiene como protagonistas a Alejandra, una mujer de treinta y tantos años, y a María, una adolescente de dieciséis. Ambas viven un tórrido y apasionado romance. Con una destacada selección musical en la que participan grupos de Japón, Noruega, Chile, Estados Unidos y México, la cinta obtuvo el Premio de la prensa del XV Festival Internacional de Cine de Guanajuato, Mención especial en el Premio Maguey y Mejor fotografía en Largometraje de ficción mexicana del XXVII Festival Internacional de Cine en Guadalajara, además del Premio Netflix.

El martes, 18 de marzo, se exhibirá Workers [2013], ópera prima del cineasta José Luis Valle. Con un peculiar estilo narrativo y una perspectiva única que invita a reflexionar sobre la condición humana, Valle escoge como protagonistas de esta historia a dos personajes maduros, cercanos al final de su vida laboral, Rafael y Lidia. Ambos, tras toda una vida trabajando en Tijuana, son víctimas de injusticias laborales contra sus derechos y dignidad. Él es un operario de limpieza de origen salvadoreño que espera el momento de su jubilación. Ella, después de trabajar más de tres décadas como asistenta en una casa, recibe en herencia el perro de su patrona. El pasado de ambos estará conectado por una jugada inesperada del destino. A su manera, solos y en silencio, comenzarán una batalla y lucharán para que el futuro les pertenezca.

La tercera cinta, La Tirisia [2014], se proyectará el martes, 25 de marzo. El drama, dirigido por Jorge Pérez Solano, cuenta la vida de Cheba y Serafina, dos mujeres que se enfrentan a la maternidad en una comunidad azotada por la pobreza, el machismo y los tabúes sociales en medio de los gigantes cactus de la Mixteca poblana. Ambas deberán tomar decisiones drásticas en torno a su futuro, alejan a sus hijos para conservar a sus hombres, lo que las enferma de tirisia, de una tristeza perpetua. La historia es testimonio fiel del cine social, donde la realidad de sus personajes se convierte en un medio para cuestionar las estructuras sociales y políticas del país.

El ciclo de cine se clausura el martes, 1 de abril, con la proyección de El sueño del Mara’akame [2016]. Dirigida por Federico Cecchetti, la película centra la historia en Nieri, un indígena huichol. El joven desea viajar con su banda y tocar en un concierto en la ciudad de México, pero su padre, que es un Mara’akame (chamán huichol), tiene otros planes para él, pues debe seguir la tradición y hallar al venado azul en sus sueños. Solo así aprenderá a sanar y se convertirá en Mara’akame. Nieri viaja a la gran ciudad donde, al estar completamente perdido, encontrará su visión.