Hoy tenemos el placer de presentarles una entrevista con Ramón Díaz y Kike Perdomo. Batería y saxo, respectivamente, de la Big Band de Canarias se refugian del viento, de la lluvia y del frío lagunero en un exquisito restaurante en la trasera del Teatro Leal. Pronto empiezan a venir los chocolates calientes y alguna que otra infusión para calentar los ánimos. Con ese panorama, y siendo como era ‘Día Internacional del Jazz’ encendemos la grabadora, las opiniones y las preguntas empiezan a volar con respecto de esa formación de 17 músicos y sobre lo divino y lo humano. Ambos estarán en el escenario del Teatro Leal llevando a buen término, estamos seguro, la ‘Semana Internacional de Jazz Ciudad de La Laguna’ que se viene desarrollando desde el viernes pasado y hasta el próximo sábado.
Después de disfrutar del concierto en la Plaza en la Plaza Doctor Olivera del pasado 30 de abril de Yeray Jiménez, nuestros protagonistas se muestran lúcidos y prestos para comentar todos los aspectos de la actualidad de la big band y del jazz. Por otra parte, estamos de enhorabuena ya que Kike Perdomo ha publicado un disco como ‘Celebrating Brooklyn I’, grabado íntegramente en la Ciudad de los rascacielos. La Big Band de Canarias está afinada y lista. La actuación será el próximo sábado 4 de mayo a las 21.00 horas en el Teatro Leal, poniendo punto y seguido – esperemos que el próximo año haya una segunda edición- a estas jornadas que están resultando lujosas.
¿Cómo empezó en la música Ramón Díaz? ¿Cómo se presentaría a los lectores de creativacanaria.com ?
– R.D.: Empecé de joven, vas tocando y vas tomando decisiones y así te comprometes más.
– ¿Cómo le va en Barcelona?
– R.D.: En Barcelona estoy metido en muchas cosas. El trabajo que hay es poco y tienes que meterte en varios proyectos. Ya sabemos todos como está el panorama y como ha afectado en ayudas para la cultura. Éstas eran necesarias para llevar hacia adelante ciertos proyectos que si no, es difícil o imposible. Damos clases, bolos, no hay mucha diferencia, cambia el sitio.
– La Big Band de Canarias, Kike Perdomo háganos una breve historia de la misma…
– K.P.: La idea surgió a la hora de conocer que había una buena serie de músicos que habían ido a estudiar y a trabajar fuera de las islas. Ahí se han puesto a luchar por proyectos y son tan canarios como los que están aquí. Juntando esa gente con los que están aquí pudo suceder esto. Conectábamos diferentes generaciones y músicos canarios que no se conocían entre sí, algo que llama profundamente la atención. En el primer concierto de la Big Band había gente de la que sencillamente no teníamos ni idea. Conectando y aprovechando ese sacrificio de gastarse el dinero fuera para formarse, la idea era para que revertiera y para que tuviésemos ayuda del panorama, del Gobierno, de dónde fuera. Así lo ideamos Yul Ballesteros y yo. Lo presentamos en Cultura y nos hablaron del Septenio. El primer proyecto parecía económicamente generoso y pudimos llamar a un director que fuera una estrella a nivel internacional. Pensamos en varios, en Bob Mintzer, incluso en Jerry Bergonzi. Gente que trabajaba en Big Band. No teníamos tantos recursos. Al principio no estábamos convencidos de Dick Oatts, director de la Vanguard Jazz Orchestra, pero la verdad es que se acopló perfectamente al proyecto, tanto profesional como personalmente. Arrancamos el proyecto y lo hemos mantenido con pinzas. Después de esa gira todo ha sido bastante deficitario (risas). Hay muy buen rollo entre los músicos, la historia crece, hay mucha y muy buena música porque todos están en estudiar, en mejorar, etcétera. No sabemos cuánto vamos a durar pero por ahora estamos aquí.
Ramón Díaz (Sobre la big band): «La sensación es buena. Resulta un paso más para mantenerse activa y viva, como decía Kike ya es difícil mantener un grupo, un quinteto o cuarteto normal, figúrate a 17 músicos que además viven en zonas tan distantes como Holanda o Barcelona. Es muy complicado y hacer que se reúna y se siga manteniendo y la gente debería valorarlo. El concierto del sábado es una suma más»
– Al margen de las ‘estrellas televisivas y rutilantes’ ¿La propia gente canaria desconoce a los creadores canarios? ¿No hay valor en esta tierra para su gente?
– K.P.: Yo creo que la gente sí pone en valor a los músicos y creadores canarios. Yo mismo me he encontrado hace 3 ó 4 años en Barcelona y han empezado a salir músicos canarios desde debajo de la piedra (risas). ‘Yo toco el piano, soy de Tacoronte’ ¿Qué? ¿Y no te conozco? Nos preguntábamos. La gente al no tener escuela aquí, la gente que tiene inquietud tiene que irse. Desde que llegan a un nivel, se plantean irse fuera. Hay tantos y tantos que es increíble. No me preocupa que los músicos entre sí no nos conozcamos entre nosotros ya que es una cadena y al fin y al cabo estás conectado. Me preocupa más que el público de aquí no conozcan sus proyectos y que hacen por mejorar. Al fin y al cabo son embajadores de Canarias. Me contó Martín Leiton, el otro día, una anécdota sobre el vibrafonista Aaron Barreiro en un seminario con el batería Marc Miralta en el Liceo. Estaba superactivo y el primero que destacaba en esa clase era Aaron. De alguna manera, a los canarios nos cuesta mucho más todo y eso se nota. Estamos muy motivados. Más me preocupa que el público no lo conozca porque estarían orgulloso de lo que hay.
– Casi nada Martin Leiton, contrabajista de cabecera de usted y tantos otros… Vamos a romper el melón de la Big Band de Canarias ¿El sábado qué puede esperar la gente?
– R.D.: La sensación es buena. Resulta un paso más para mantenerse activa y viva, como decía Kike ya es difícil mantener un grupo, un quinteto o cuarteto normal, figúrate a 17 músicos que además viven en zonas tan distantes como Holanda o Barcelona. Es muy complicado y hacer que se reúna y se siga manteniendo y la gente debería valorarlo. El concierto del sábado es una suma más. El que mueve la maquinaria es Kike y como podemos vamos encontrándonos en sitios como Madrid, como en la última vez. Es un reto sólo reunir a toda esos músicos. En La Laguna no hemos tocado con la Big Band y va a ser otro aspecto especial al respecto.
– Hablemos de los repertorios. Recordamos conciertos dedicados a Henry Mancini pero me da la impresión que este sábado vamos a disfrutar del repertorio más parecido al disco ‘Atlántida’…
– K.P.: Sí, hemos hecho varios proyectos monográficos que nos curte, nos genera trabajo y nos mejora también en nuestro repertorio. En Colonia, en Alemania, hicimos temas de arreglistas alemanes. Generalmente siempre añadimos algo del sitio que visitamos y básicamente la idea es defender nuestro repertorio canario. Arreglamos y adaptamos para Big Band temas muy tradicionales. En Lugo y Madrid funcionó muy bien, antes, durante y después. Crean proyectos a partir de la Big Band y eso es muy gratificante.
– Taburiente es uno de los grupos a los que se les rinde homenaje… ¿Es uno de los fuertes?
– K.P.: No es que sea nuestro fuerte. El tema de ‘A Valentina’ que es muy carismático al respecto de Taburiente, realmente es un tango herreño. Tenemos un Arrorró diferente y moderno de José Alberto Medina. Julián también estudió en Inglaterra arreglos y ha escrito cosas para Big Band, también del orotavense Natanael Ramos. Hay más motivación para escribir y para presentar cosas nuevas. El concierto va a ser sobre el disco, con temas de por ejemplo Dick Oatts pero debemos de defender lo nuestro.
– Esa adaptación de música tradicional canaria a big band una música tan del swing norteamericano ¿Es dolorosa o las composiciones se mezclan bien?
– K.P.: Nosotros no concebimos la big band como de swing. Está claro que fue la época dorada de la big band y hay mucho escrito para el swing. Nos planteamos que habían muchos grupos por el estilo haciendo swing. Nos planteamos hacer una cosa más afro que swing. Después podemos discutir si una cosa viene por otra o no. Digamos que técnicamente el concepto rítmico estamos en subdivisión ternaria como 6/8 o 9/8 que suena más africano que el 4/4 que es la base del swing. Eso no quiere decir que no hagamos swing en algunos momentos pero vamos hacia ese color más étnica. Se notaría mucho más con percusión. Todos los temas folclóricos canarios están en 3/4 hay mucho de África y de Andalucía.
– Ha pasado el Día Internacional de Jazz y estamos en la Semana Internacional de Jazz Ciudad de La Laguna ¿Qué valoración hacen del mismo?
– R.D.: Cualquier tipo de actividad que se haga para crear un ambiente de conciertos y para que los músicos puedan hacer llegar su trabajo es genial. A partir de ahí, son adornos. La base es que se cree un circuito que funcione. Ojalá que se mantenga. La tónica en estos tiempos es de desaparecer más que de aparecer. Es increíble. Es buenísimo y ojalá sigan y no parar ya que eso sería lo más fácil. Adaptándonos a los presupuestos que hay. Cuando se hace el público responde. En ocasiones en Barcelona se hacen cosas así y también la gente acude. Ojalá que dure y se mantenga.
– K.P.: Yo quiero añadir que Ramón lo está viendo desde el punto de vista del músico de aquí que lo llamen. Pero es que los festivales alrededor del mundo se suelen nutrir en su 90% de músicos norteamericanos. Eso está muy bien porque crea cartel y manera de atraer al público fácil. Si traes a Wayne Shorter, que me encanta, tienes más del 50% conseguido. Apostar por unos músicos menos conocidos en lugar de los conocidos. Vienen Antonio Serrano, Federico Lechner, Tuck & Patti y gente de la tierra, me parece elogiable. Me parece que es la manera de que tengan un espacio los que no tienen cabida en los grandes festivales. Mucho tiempo he presentado mi trabajo en festivales internacionales como el North Sea. No te dan el concierto pero tu proyecto no está peor que el de otros. Se busca un cartel y es demasiado repetir. Demasiado Chick Corea, demasiado Wynton Marsalis. Éstos me encantan pero se acaba en bucle y hay otra gente. Los festivales más fuertes en España crean proyectos para el festival. Pero estamos hablando de presupuestos de un millón de euros o mucho más. También hay una parte que sostiene esa cultura y que tienen que crecer.
– ¿Les parece que seleccionen 5 personajes fundamentales para sus respectivos instrumentos?
– K.P.: Vamos a ir por épocas, tendríamos que nombrar seguro a algunos de los comienzos como Lester Young o Coleman Hawkins. Cualquiera de los dos abrió la posibilidad de que el instrumento cantase una melodía, hasta entonces era un instrumento de relleno. El gran salto lo hizo Charlie Parker que hizo del saxo el instrumento solista virtuoso. Después, John Coltrane fue el súmmun de la parte espiritual y del virtuosismo. A partir de ahí, no nos podemos olvidarnos de Stan Getz o de Sonny Rollins pero me pareció muy importante el cambio que hizo Wayne Shorter con el concepto de la melodía con la armonía. Me quedaría, pasando a la modernidad con Michael Brecker y con Kenny Garrett. De lo último, tenemos que destacar Chris Cheek, Mark Turner o Seamus Blake. Hay un movimiento muy bonito ¿He dicho más de 5? (risas generalizadas) ¿Me falta alguno?
– R.D.: Por épocas, por detrás, gente como Philip Joe Jones o Art Blakey. Son pilares. Después a gente que ha creado un paso adelante como Elvin Jones, Tony Williams o Jack Dejohnette. En el moderno, Bill Stewart, Brian Blade. Desde luego hay muchos buenos músicos pero me puedo centrar en diferentes exponentes de lo que hay en la batería. No pararíamos de destacar a gente (risas).
– ¿Qué discos seleccionarían?
– K.P.: Hay muchos discos de Miles Davis que son una joya como el ‘Kind of Blue’ (1959), con ‘So What’. Me gusta mucho un disco de esa época de Oliver Nelson que es ‘The blues and the abstract truth’ (1961), me parece una maravilla. Discos de Coltrane, de Keith Jarret como ‘My song’. Muy importante para mí, de Chick Corea ‘Three Quartet’ y de Step Ahead, ‘Magnetic’. Todo lo que ahora hace Shorter con Brian Blade, Daniló Pérez y otros, es también muy interesante. ‘Vain’ de Chris Cheek.
– R.D.: Un disco que me pongo una y otra vez y no puedo parar es ‘Africa Brass’ de John Coltrane. Me sorprende. Me parece muy bueno también de Wayne Shorter ‘Adam’s Apple’ o ‘Footspring’, una joya. Después los clásicos. La parte fusionera, de Corea con Return to Forever. Kike ha nombrado otro fundamental, ‘My song’ de Jarret. También Weather Report… es un no parar. Muchos títulos de Coltrane cuando hablamos de lo clásico ya que soy un gran fan de Elvin Jones. Fue un personaje importante en el paso de la batería 4/4 al sistema ternario.
– No han descacado discos de big band ¿Qué destacan de la historia de las big bands?
– R.D.: El ‘Atomic’ de Count Basie, no cabe duda. Es un disco con el que entiendes la big band de swing. La de Jaco Pastorius me gustaba mucho y es más moderna. La Viena Jazz Orchestra, también.
– K.P.: Hay muchas big band, la Nacional de Francia, por ejemplo, más de free jazz. También la WDR que está viva todo el rato, haciendo monográficos con todo el mundo. La VJO (Vanguard Jazz Orquestra) que ha arreglado temas como el ‘Up from the sky’ de Jimmy Hendrix en donde está arreglado todo lo que hace la voz para big band. Ese disco tiene 3 grammys, nada más y nada menos. No podemos olvidar a Mel Lewis, Duke Ellington, Thad Jones, Count Basie, Sammy Nestico, que arreglaba para Duke, es increíble. Bob Mintzer, Gordon Goldwing, María Schneider.
– R.D: ¡Lo de María Schneider es como abrir una puerta para otro lado!
– K.P.: A la hora de buscar nuevos criterios añades instrumentos nuevos como el bandeón o voces de ambiente. Es muy típico de María Schneider.
– ¿Quieren dar un último ánimo para la actuación del sábado para cerrar la Semana Internacional de Jazz Ciudad de La Laguna?
– K.P.: ¡Cómo no vengan co… los cojo ! (risas).
– R.D.: ¡Los voy a buscar casa por casa! (muchas más risas). No se lo pierdan porque merece la pena. Es una manera inteligente de ver reunidos muchos músicos de aquí. No es que sean mejor ni peor pero nos reunimos toda una escuela y es un sitio de encuentro para nosotros y ustedes.
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