Tenemos el placer de presentarles el nuevo disco de la cantante Olga Román que lleva por título ‘De agua y laurel’ (Karonte, 2013). Resulta una oportunidad de lujo para sumergirnos en las estupendas aguas del folclore argentino. Este disco es un tributo a una de las figuras más representativas de la música del País del Cono Sur, el ‘Cuchi’ Leguizamón. En el disco se aúna la labor de Néstor Díaz, a la guitarra, piano, coros y producción musical, Horacio ‘mono’ Hurtado al contrabajo y Horacio Straijer a la percusión. Canciones como ‘Zamba para la viuda’, ‘Juan Panadero’ (que también interpretasen en su disco ‘Personajes’ el grupo canario Los Sabandeños) o ‘Cantora de Yala’ vienen a ser un delicioso plato para degustar la obra de este músico reconocido internacionalmente. El disco posee dos lujosas colaboraciones como son la de Juan Carlos Baglietto, en ‘Zamba del Carnaval’ y también de Ángela Irene en ‘Zamba del laurel’.
Nacido en Salta en el año 1917 y fallecido en la misma localidad argentina en el año 2000, Gustavo ‘Cuchi’ Leguizamón se empeñó en estudiar Derecho haciendo caso omiso a las indicaciones de su progenitor quien le indicaba que se perfeccionase en el mundo de la música, yendo a estudiar a París si eso era preciso. Queremos apuntar que, curiosamente, ‘Cuchi’, el apelativo por el que le conoce, en el idioma quechua significa ‘chancho’ o ‘cerdo’ pero en la localidad de Salta no tiene en absoluto ningún significado peyorativo. Bienvenidos a este mundo de folclore, un trocito de historia de la música argentina, recopilada por Olga Román y recordada en este excelente ‘De agua y laurel’.
– Para comenzar la entrevista, en esta serie de entrevistas, solemos pedir que los músicos nos cuenten sus inicios en la música ¿Cómo llegó al oficio? ¿Siempre tuvo música en casa?
– Olga Román: En mi casa siempre hubo música. Hasta los seis años vivimos con mi abuela y tía abuela maternas, y mi tía abuela, Matilde, era pianista, aunque no daba conciertos, y tocaba maravillosamente bien Chopin. Luego, mi padre escuchaba música clásica en cuanto llegaba a casa. Yo empecé a recibir clases de música con unos siete años en la academia Música y Danza de las hermanas Sanuy. Y los viajes en coche, por carreteras nacionales de doble sentidos, mis padres con sus seis hijas, eran ir cantando todo el viaje para entretenernos. En fin, siempre ha habido mucha música, era lo normal.
– ¿Cómo nació ‘De agua y laurel’, su cuarto disco de estudio en solitario? ¿Cómo puede conseguir el público este disco?
O.R.: ‘De agua y laurel’ surgió a partir de mi encuentro en Buenos Aires con el músico Néstor Díaz. Esto fue en marzo de 2012 cuando yo estaba en Argentina de gira presentando mi tercer disco ‘seguir caminando’, y el productor de la gira me dijo que Néstor quería conocerme. En esos conciertos cantaba yo, como primer bis, una canción de Cuchi Leguizamón al piano, ‘Zamba para la viuda’. En ese único encuentro con Néstor surgió la idea de hacer un disco juntos de folklore argentino, género que él conoce a fondo, y género que yo admiro y amo desde que escuché por primera vez a Mercedes Sosa con doce o trece años y me quedé prendada de su voz y de esa maravillosa música. Al pensar en el repertorio vimos que había muchas canciones del Cuchi, con lo cual decidimos ahí mismo hacer un disco solo con sus composiciones, un homenaje a este gran compositor de Salta.
Algo que podría haber quedado alrededor de una mesa tras tomar unas copas de vino, se hizo realidad unos meses después gracias al compromiso de Néstor y al magnífico entendimiento que hemos tenido ¡Ah! Y gracias a internet, Skype y algunos otros. En el mes de noviembre salió en Argentina editado por Alfiz Producciones y distribuido por Sony y ahora sale en España distribuido por Karonte. Debería estar en tiendas de discos (risas) El Corte Inglés, FNAC, etcétera… y se puede conseguir en mi web: www.olgaroman.com ¡Ah! Y en iTunes y Spotify, para los que prefieran descargarlo a tener el cd físico.
– ¿Cómo le explicaría a alguien que no conoció la trayectoria de Gustavo ‘Cuchi’ Leguizamón la importancia del mismo en el folclore argentino?
– O.R.: Gustavo Cuchi Leguizamón fue un hombre muy carismático a parte de ser un maravilloso músico y compositor. Tiene una tremenda obra y fue un hombre muy comprometido socialmente, políticamente, con su tierra, con la música, muy hablador y muy dispuesto a decir lo que pensaba sin miedo alguno, con lo cual es fascinante escucharlo hablar, y es un hombre que fue abogado hasta que un día se cansó de estar lidiando con su profesión y todo lo que ella conlleva. Hay una anécdota muy divertida que él cuenta. Resulta que un buen día él le dijo a su padre: «Padre. Me voy a La Plata a estudiar abogacía». Y su padre le dijo: «Pero cómo, Gustavo. ¡Si vos sos músico! Andate a estudiar música a París!» (risas) Y me parece una linda anécdota, ¿no? Todo lo contrario a lo que suele ocurrir. Hay muchos vídeos de él hablando, presentando sus canciones, explicando los ritmos, y su música tiene por un lado la raíz del folklore y por otro lado un vuelo en sus melodías y armonías que dan a sus composiciones un sello muy particular y muy vanguardista. Fue un músico con mucha cultura musical, amante de los compositores contemporáneos, gran pianista, en fin… es una pena que no nos haya dejado más grabaciones suyas, pero su obra ha sido grabada por muchísimos artistas, y, sobre todo, por el Dúo Salteño. Él fue el alma mater del dúo para quien componía y arreglaba esas maravillosas armonías vocales… algo muy, muy novedoso.
– El productor del disco ha sido Néstor Díaz ¿Cuál fue su papel en el trabajo?
– O.R.: Néstor ha sido el arreglista, el productor y el guitarrista del disco. En ese primer encuentro del que te hablaba, estuvimos cantando, el toco la guitarra y vi que podíamos entendernos muy bien a nivel musical, que sus ideas y su enfoque podían ser un puente perfecto entre lo que yo hago y el folklore. Y así fue. Decidimos hacer un disco con unos arreglos muy sobrios, simplemente con una guitarra, un contrabajo y una percusión, y poco más. Las canciones son bellísimas y no queríamos adornarlas mucho. El repertorio lo elegí yo, pero él me mostró muchísimas canciones que yo no conocía. El entendimiento ha sido pleno.
– Una vez elaborado el disco ¿Qué planes tiene? ¿La publicación se va a acompañar de una gira?
– O.R.: En Argentina salió en noviembre y ya hice la gira de presentación. Dudé sobre si publicarlo en España o no pero finalmente me decidí a sacarlo y hemos hecho una ‘pre-presentación’ en Madrid, para ver cómo era recibido y, la verdad, ha gustado mucho. La idea es promocionarlo para que la gente lo vaya conociendo y hacer una gira de conciertos.
– ¿Cómo sería una actuación en directo de este proyecto? ¿Qué le pide el cuerpo con este tributo, un directo basado en el acústico quizás?
– O.R.: Bueno. El disco es muy acústico y la gira en Argentina fue con la misma formación musical del disco: guitarra, contrabajo, percusión y mi voz. Todos músicos de allá. A parte del repertorio de este disco, tocábamos parte de mi repertorio y, la verdad, todo cuadró muy bien. En la presentación de Madrid tuve a dos magníficos músicos argentinos que conocen muy bien su folklore, José Gómez en el bajo y Martín Bruhn, batería/percusión, y a Luis Fernández, maravilloso pianista canario, y también me gustó mucho. La idea es hacer los conciertos con ellos. A ver si las condiciones actuales nos lo permiten. Si no, ¡habrá que recortar!…
– ¿Cree que España ha tenido contacto suficiente con la música argentina? ¿No tiene la sensación de que nos solemos quedar en la superficie de algunas intérpretes como Mercedes Sosa o algunos autores como León Gieco pero que no tenemos contacto con más músicos?
– O.R.: Yo pensaba que se conocía un poco más esta música, la verdad. Pero me he dado cuenta de que no. Yo tuve la suerte de conocer esta música a través de Mercedes Sosa, que ha sido su gran embajadora en el mundo, y es una cantante que a mí me parece excepcional, pero luego, cuando me fui a estudiar música a EE.UU., en Boston, conocí a muchos músicos argentinos que se han convertido en grandes amigos, que me mostraron mucha más música de su país, no solo folklore. Conocí al Dúo Salteño, que antes te comentaba, y también a artistas como Fito Páez, Spinetta, Charly García, Baglietto, Pedro Aznar, en fin pude conocer muchos más. Luego pude escuchar a Liliana Herrero, Lorena Astudillo, Marian Farias Gómez, Ángela Irene (a quien invité a cantar en el disco), Verónica Condomí: cantoras maravillosas de folklore.
– No podemos obviar su trabajo durante tanto tiempo con el ‘Flaco Jienense’, Joaquín Sabina
– O.R.: Con Joaquín trabajé durante trece años, acompañándolo en las giras y grabando en sus discos. Fuimos infinidad de veces a Argentina y gracias a su generosidad en el escenario, donde yo cantaba una canción mía, hacía un par de dúos con él, el público argentino ha podido conocerme e interesarse por mi música y eso ha permitido que ahora pueda ir yo a presentar mis discos allá. No trabajo con él desde 2006, pero Joaquín colaboró en mi tercer disco ‘Seguir caminando’ donde cantamos a dúo una canción mía, «Margarita».
– ¿Se acuerda de su primer contacto con el folclore argentino? ¿Cómo conecta con ese país desde el punto de vista musical?
– O.R.: Recuerdo con nitidez el momento en el que un cura amigo de mis padres, que había sido misionero en África, me regaló mi primer disco de Mercedes Sosa cuando yo tenía doce o trece años. Me lo dio en el jardín de casa y yo subí corriendo a escucharlo. Lo primero que escuché fue ‘Zamba para no morir’ y casi me muero de emoción. Ese momento y esa poderosa voz me dejaron una huella inolvidable. Luego llegaron más discos de Mercedes Sosa y siempre me he sentido muy cercana a esos ritmos, a esas melodías, a esa música. Los he ‘entendido’ muy bien. También es gracioso pensar que muchas de las canciones que nos aprendíamos a la guitarra en esos años eran canciones argentinas como ‘Zamba de mi esperanza’ o ‘Vamos mi amor a la zafra’ o ‘Sapo cancionero’.
– Obviando las diferencias claras siendo éste un reconocimiento a Leguizamón… ¿Qué añade este disco a su discográfica en comparación con sus anteriores discos ‘Vueltas y vueltas’, ‘2’ o ‘Seguir caminando’?
– O.R.: Pues no lo sé, la verdad. Ha sido una aventura inesperada que no he querido dejar pasar. La idea de hacer un disco de folklore argentino siempre rondó mi cabeza pero nunca me lo planteé en serio hasta que me lo ofrecieron desde allá. No podía dejarlo pasar. Supongo que es otra faceta mía, como intérprete, y es un repertorio con el que me siento muy cómoda y muy plena.
– Publicar un repertorio como éste en un disco físico ¿Es en el año 2013 ya un lujo? ¿Pondera publicar sus próximos álbumes sólo en mp3 y venderlo por plataformas como Spotify o piensa que es una pérdida de calidad?
– O.R.: El disco también se puede conseguir en plataformas digitales pero me gusta seguir publicando en formato físico ¡mientras se pueda! (risas). Es gracioso pensar en cómo durante años se fueron conquistando mejores y mejores equipos de escucha, esos bafles enormes para poder escuchar música en casa con una magnífica calidad, y ahora, la mayoría de los jóvenes escucha música a través del móvil, con el pequeño altavoz del teléfono, han cambiado mucho las cosas (risas).
– ¿Cree que un disco como éste puede tener más recorrido en Argentina que en España?
– O.R.: Sí, la verdad que sí. Ha sido muy bien recibido, ha tenido magníficas críticas y ahora mismo está en la carrera a las candidaturas de los Premios Gardel, lo cual es la bomba. Yo espero que también tenga algún recorrido en Europa. ¡Ojalá!
– En el disco tiene dos colaboraciones, una con Ángela Irene y otra con Juan Carlos Baglietto ¿Cómo los conoció? ¿Cómo consiguió esta ayuda? En el caso de Baglietto tuvo que ser emocionante…
O.R.: A Baglietto lo conocía desde hace años, ya que muy a menudo venía a cantar en los conciertos de Sabina en BsAs. Además él grabó en 2006 una canción mía, ‘Me asomo’, que luego ha sido versionada por muchos otros artistas argentinos. Hay ya unas seis o siete versiones, lo cual es un tremendo honor. Lo invité a cantar en Buenos Aires en marzo de 2012 pero él no estaba en la ciudad y teníamos muchas ganas de cantar juntos. Cuando lo llamé para participar en este disco me dijo que sí inmediatamente y sé que hizo un esfuerzo por encontrar un hueco ya que estaba en plena gira. Ha sido un enorme placer tenerlo en el disco.
– Soslayando este trabajo ¿Tiene más planes para editar? ¿Tiene pensado su próximo proyecto?
– O.R.: Tengo varias ideas en mente y sigo componiendo pensando en un nuevo disco con composiciones mías, pero está todo en el aire. También está en el aire hacer un segundo disco con Néstor. A ver qué pasa. Voy a dejarme llevar, que me ha ido muy bien (risas).
– Si tuviera que seleccionar un par de nombres que haya conocido últimamente del folclor/trova/música de autor del país del Cono Sur ¿A quién nos destacaría? Es una país de una creatividad tremenda y parece no tener suficiente eco en Europa…
– O.R.: Puf! ¿Sólo dos nombre? Liliana Herrero y Juan Quintero y su grupo Aca Seca, que es fantástico. Un trío de enormes musicazos.
– Desde el punto de vista general, ¿piensa que en este entorno de crisis que estamos viviendo en España, nuestro país tiene mucho que aprender de lugares como Argentina?
– O.R.: Por supuesto. Cuando estaba haciendo la promoción del disco en Argentina decía que tenía la sensación de que la solución a nuestra crisis podía venirnos más de América Latina que de Alemania… ellos se reinventan permanentemente. A nosotros la crisis nos ha pillado desprevenidos después de años de abundancia y de vivir penando que iba a ser para siempre. Creo que podríamos aprender mucho de ellos.
– Si tuviera la posibilidad ¿Qué tres acciones tomaría para mejorar el día a día de la música en España?
– O.R.: ¡Puf! Habría que empezar por tener música en los colegios, pero música como algo lúdico, sin grandes expectativas ni pretensiones. Algo que formara parte del aprendizaje, de la formación y, claro, sería bueno que el nivel de los profesores de música estuviera a la altura de las circunstancias, tanto musicalmente como pedagógicamente. Que los niños en los colegios cantaran juntos, tocaran instrumentos. Por otro lado, una vez que hubiera cierta formación, habría que dar difusión a la música en radios, televisiones: programas especializados que han desaparecido en este país. Yo también aconsejaría a los jóvenes que quieren hacer música que se formen, que se puede empezar a componer y a cantar sin ninguna formación pero que no está de más abonar esas aptitudes. En este país siempre ha estado mejor visto ser autodidacta que haber estudiado, es mi sensación. Y a veces hay grandes carencias que podrían mejorarse. Y hubo una época en la que no era fácil formarse fuera de la música clásica, pero hoy en día hay muchas opciones. Y con esto, creo que todo podría empezar a caminar un poco mejor. Aquí nunca ha habido ni formación musical en general ni mucho respeto por la música. Una pena porque es un gran aporte emocional y humano, creo yo.
– A la juventud, desde su experiencia qué le recomienda ¿Le recomendaría a algún joven que se dedicase al mundo de la música?
– O.R.: Eso es una decisión muy personal. Le recomendaría que se formara como músico, no solo como cantante. Y, si lo tiene claro, que vaya a por ello. La pena es que hoy en día hay más vocación de ser famoso que de ser músico.
– Recordamos bastantes conciertos suyos por Canarias, incluso algunos en solitario, ¿Cree que este proyecto le va a llevar por nuestras islas? ¿Conoce a algunos músicos de nuestra tierra?
– O.R.: Espero que sí. Hace tiempo que no voy y tengo muy lindos recuerdos del público canario, que es un público muy musical, mucho más que el público de la península, en general. Mi primer concierto de mi primer disco ‘vueltas y vueltas’ fuera de Madrid, fue en Telde y tengo un gratísimo recuerdo. Un público muy caluroso y amoroso.
– Le vamos a pedir que mande un saludo a los lectores de creativacanaria.com ¿Cree que se nos ha quedado algo en el tintero?
– O.R.: Mando un saludo muy cariñoso a los lectores de creativacanaria.com. Agradezco este espacio donde me permiten hablar de mi trabajo y mi música y espero que les guste este nuevo proyecto. Ojalá pueda pronto estar de vuelta por allá presentando este maravilloso repertorio ¡Un beso grande desde la península!
– Creo que no se nos ha quedado nada, aunque me da la sensación de que podríamos haber seguido hablando y hablando… ¡gracias!
No hay comentarios