Los estrenos nacionales de copias restauradas de The Spider Tattoo y The Wife of Seisaku, ambas de Yasuzô Masumura, “uno de los autores de thriller más reivindicados del cine japonés”, según las voces autorizadas de Filmin, así como la première internacional de Glória, ópera prima de la cineasta portuguesa Manuela Viegas, y la nacional de No abras nunca esa puerta del argentino Carlos Hugo Christensen, constituyen los principales atractivos de una nueva entrega de «Déjà vu», la sección del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria que rescata obras maestras que forman parte del patrimonio cinematográfico.
En 2025, el certamen, que se desarrollará del 25 de abril al 4 de mayo, incluye el estreno en un festival español de la restaurada A Nightshift de Robina Rose o la celebrada Trotacalles de Matilde Landeta, también puesta a punto.
El espíritu de este apartado del Festival lo define a la perfección, en su catálogo, Gloria Benito, cuando apunta que los títulos que forman parte de ella “no son simplemente películas del pasado, sino historias que, al ser recuperadas, se nos presentan como un hallazgo reciente, como si acabaran de ser filmadas”.
Masumura restaurado
El programa subraya un plato fuerte: la presencia de la obra de Yasuzô Masumura con dos de sus títulos: Irezumi | The Spider Tattoo (Japón, 1966, 86 min.) y Seisaku no Tsuma | The Wife of Seisaku. Su reposición restaurada constituye uno de los atractivos de este festival en la capital grancanaria.
El destacado cineasta, uno de los nombres de referencia en el cine nipón de la posguerra, esculpió una memorable historia pasional de venganza en The Spider Tattoo. Basada en un relato de Jun’ichirō Tanizaki y con una cinematografía inspirada en las impresiones ukiyo-e. Masumura cuenta aquí la historia de Otsuya, una joven forzada a convertirse en geisha y marcada con un tatuaje simbólico de una araña gigante.
En cambio, en The Wife of Seisaku, el director japonés aborda el sentido del deber que tanto se ha asociado al carácter de su pueblo, en un contexto de conflicto entre los deseos propios y la obligación social. Ayako Wakao borda en el film su papel protagonista, en una actuación que por sí sola merece su visionado.
¿Cómo es que no lo había visto antes?
Esta es una de las preguntas que lanza el equipo del Festival. Y como respuesta propone en esta entrega de «Déjà Vu» No abras nunca esa puerta | Never Open that Door (Argentina, 1952, 85 min.), un título de Carlos Hugo Christensen que parte de los relatos de William Irish. Se trata de un verdadero ejercicio de generación de atmósferas de suspense que, en este caso, marca un hito en la historia del cine negro argentino. Toda una pieza a revisitar.
Indefectible es también Glória de Manuela Viegas (Portugal, España, 1999, 104 min.) que, hasta 2012, fue la única película portuguesa seleccionada en la Sección Oficial del Festival de Berlín. Con un cartel diseñado por el artista Julião Sarmento, esta fue la ópera prima de la reputada montadora lusa. Puro cine independiente, que coloca en pantalla a una niña que afronta un entorno dominado por la austeridad masculina, en pleno entorno rural.
A Nightshift (Reino Unido, 1981, 68 min.) es la película que Robina Rose rodó en 16 milímetros en apenas cuatro noches de hotel en Londres. Su peculiar atmósfera y sus silencios definen una cinta que sitúa al espectador tras la mirada del recepcionista, testigo obligado del vaivén de los huéspedes.
Trotacalles (México, 1951, 101 min.), de Matilde Landeta, también tiene su espacio en esta edición de «Déjà vu». La realizadora fue una de las pocas mujeres protagonistas detrás de la cámara en la época dorada del cine de su país. Toda una pionera que expresa en pantalla esta peculiar manifestación de sororidad extemporánea.
«Déjà vu», un valor contemporáneo
El valor de un apartado como «Déjà vu» cobra especial relevancia en los tiempos actuales, como bien observa Gloria Benito. “La restauración cinematográfica”, puntualiza, “está entrando en una nueva era en la que la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta revolucionaria capaz de rescatar imágenes deterioradas, reconstruir fotogramas perdidos y mejorar la calidad del sonido con una precisión imposible hasta hace pocos años”.
Sin embargo, el riesgo que comporta el avance tecnológico altera, en no pocos casos, la obra original en un sentido mucho más profundo que su mera restauración. La programadora y experta técnica del Festival asume el nuevo dilema que se plantea: “¿Cuánto de una película sigue siendo la misma cuando se le han borrado sus imperfecciones, sus texturas, su tiempo?”, para concluir que “el cine, al igual que la memoria, es imperfecto, y en esa imperfección reside su autenticidad”.
En este sentido, destaca que “afortunadamente, las restauraciones que conforman esta sección han sido llevadas a cabo con un respeto admirable por la obra original, centrándose en preservar su integridad artística y devolvernos esas películas tal como fueron concebidas”.
SELECCIÓN
Irezumi | The Spider Tattoo de Yasuzô Masumura (Japón, 1966, 86 min.) ESTRENO EN ESPAÑA DE LA RESTAURACION
Seisaku no Tsuma | The Wife of Seisaku de Yasuzô Mausmura (Japón, 1965, 93 min.) ESTRENO EN ESPAÑA DE LA RESTAURACION
Glória de Manuela Viegas (Portugal, España, 1999, 104 min.) PREMIERE INTERNACIONAL DE LA RESTAURACIÓN
No abras nunca esa puerta | Never Open that Door de Carlos Hugo Christensen (Argentina, 1952, 85 min.) ESTRENO EN ESPAÑA DE LA RESTAURACION
A Nightshift de Robina Rose (Reino Unido, 1981, 68 min.) ESTRENO EN FESTIVAL ESPAÑOL
Trotacalles de Matilde Landeta (México, 1951, 101 min.)
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