Año tras año, La Loka ha ido recorriendo una largo camino de éxito hasta convertirse en el evento de urban latino, reggaeton y open format con más tirón de la Isla. Todo ello gracias a un formato mainstream que conectó desde el minuto 1 con un público mayoritariamente local basado en una fórmula divertida y con un planteamiento musical apto para todas las audiencias.

Viernes tras viernes el sold out está casi garantizado y es el reflejo de un producto que ha venido para quedarse. Si a esto le sumamos el hecho de que una sala como Papagayo Tenerife sea su residencia habitual, el resultado es una puesta en escena espectacular en la que se combinan todos los elementos necesarios para convertirla en la fiesta indispensable para los amantes del género.

El próximo viernes 4 de abril es la fecha elegida para escenificar un nuevo aniversario de La Loka, casi como un anticipo de una temporada que se inicia en Semana Santa y que ya deja prever un verano de auténtica ‘lokura’. Para la ocasión en la cabina estará Borja Solla, una de las promesas firmes del género junto con los residentes habituales Mike y Adrián Denniz.

Solla es una de las jóvenes promesas del panorama urban latino. Con sólo 23 años, este dj y productor originario de Pontevedra se postula como una futura referencia en su género. Con el reggaeton como principal ingrediente de su propuesta musical, sus principales virtudes residen en su propio carácter a la hora de hacerse con el mando de una cabina: energía sin límites, felicidad en cada beat y una actitud que se trasmite inmediatamente entre sus seguidores.

Pero la historia de Borja Solla comienza en 2019 -justo a las puertas de una pandemia- cuando decide encerrarse en su habitación y dedicarse sin descanso al aprendizaje como dj al tiempo que se sumergía en el mundo de la producción musical.

Tras dos años de plena dedicación, llega su primera oportunidad como dj y, acto seguido, su carrera se dispara y los bolos no dejan de llegar. En cuestión de apenas un año, su nombre comienza a sonar con fuerza en su ciudad. El propio Borja reconoce que «al principio no era consciente de por qué sucedía esto, ya que su repertorio musical no dejaba de ser similar al de otros dj de su entorno».

Poco a poco se fue dando cuenta de que iba más alla de la propia música. Se trataba más de un conjunto de factores que el público rápidamente supo valorar, entre ellos su entrega absoluta y su compromiso con la diversión. No se trataba sólo de reproducir música. Estaba compartiendo emociones, conectando con el público y creando una experiencia distintiva. La suma de todos esos factores lo llevaron a actuar fuera de nuestras fronteras, con sets en UK o Portugal, entre otros.

Actualmente tiene muy claro su objetivo: dejar su sello de identidad en cada club y escalar con su marca a lo más alto.