Zenet-creaUn tercio de cantautor, otro de jazzero manouche y quizás una inoxidable alma de blues, agitado pero no revuelto, ésa es la fórmula mágica que parece usar Toni Zenet para cautivar a su audiencia. Quizás resta añadir algún toque de simpatía y gracia y con todo el resto, hace paquetes y nos lo cuenta en cada cita en directo, en cada álbum. Disfrutamos de porciones de Zenet en su último lanzamiento ‘La menor explicación’ (El Volcán, 2012). Después de ganar varios premios y de ser un nombre reconocido en el panorama musical español, con este disco cierra su viaje al centro de un estilo: el jazz manouche que popularizaran músicos como Django Reinhardt y Stephane Grappelli. Todo ello, en formato de trío, en la prometida coctelera musical, viaja hasta el municipio tinerfeño de La Orotava para que en el Teatro Teobaldo Power se presente el próximo sábado 2 de noviembre, a partir de las 21.30 horas.

La música manouche, detalles de sus anteriores producciones como ‘Todas las calles’ y ‘Los mares de China’, los comienzos en su Málaga disfrutando de formaciones como Danza Invisible, Tabletón o Lito Blues Band, cualquier excusa es buena para que Zenet se pronuncie sobre sus ganas de transmitir música. En el concurso de la presente entrevista también descubrimos sus planes de futuro que pasan por ciertas ayudas de lujo como la del pianista cubano Pepe Rivero y un trabajo a big band. Hay incluso tiempo para hablar, mínimamente, sobre la industria discográfica y como surgen las mejores ideas lejos de las multinacionales del disco. La invitación está hecha, Zenet en el municipio de La Orotava, el próximo 2 de noviembre a las 21.30 horas ¡Cómo para perdérselo!

– Es ya casi una tradición preguntarle a los artistas cómo empezaron en la música y en su caso no vamos a hacer una excepción ¿Cómo empezó en el arte de hilvanar canciones?

– Toni Zenet: Bueno, empecé como todos creo, con un palo de fregona (risas). Ya estaba de alguna manera en el inconsciente.

– ¿Y cómo era el ambiente de su ciudad de procedencia, Málaga? ¿Qué se respiraba para que hubiese el indicado caldo de cultivo?

– T.Z.: En aquella época había dos importantes grupos musicales en esa zona, eran Danza Invisible y Tabletón y la Lito Blues Band. A mí me gustaba mucho ese género, me tiraba mucho. Me parecía como que había algo de similitud en el drama que tenía con el flamenco, me parecía muy desgarrado y muy especial. Por ejemplo, en el caso de Danza Invisible era mucho más cercano a mi edad. Las otras dos formaciones me sacaban una década por encima. Eran mayores para mí, yo era nada más que un chaval entre tanta gente. Una de las veces que fui me metí como pude, en los camerinos conocí a gente como Roberto o el mismo Lito. Me enganché con ellos cantando ya que les gustaba como yo hacía los blues. A veces me dejaban entrar e improvisar en ese estilo. Fueron los primeros pinitos y como prácticamente entré en ese circuito profesional.

«Queríamos incidir en el sonido ‘manouche’ y que nos puede recordar a los grandes de la música como Django Reinhardt a la guitarra o a Stephane Grappelli con el violín. Ahí hemos rematado la faena de esa historia. Hemos hecho también baladas al estilo Baker (Chet) y hemos conseguido un sonido, después de tres discos, afianzado. Este trabajo lo veo maduro, redondo y creo que hay mucho jazz dentro del álbum sobre todo para la gente que le guste este estilo de música.»

– Viene presentando nuevo disco ¿Nos presenta este ‘La menor explicación’?

– T.Z.: Efectivamente, así se llama. ‘La menor explicación’, este disco es hermano y además muy hermano de otros dos más. Tanto ‘Todas las calles’ y ‘Los mares de China’, con el que obtuvimos el ‘Premio al Artista Revelación’ en los Premios de la Música y con el segundo nos dieron ‘El mejor disco de fusión del año’, son familiares. ‘La menor…’ es muy cercano a éstos ya que la investigación en ciertos sonidos musicales no hubiese quedado completa y lo queríamos conseguir. Esta investigación abarcaba 3 discos ya que no se podía hacer uno sólo y pararlo. Queríamos incidir en el sonido ‘manouche’ y que nos puede recordar a los grandes de la música como Django Reinhardt a la guitarra o a Stephane Grappelli con el violín. Ahí hemos rematado la faena de esa historia. Hemos hecho también baladas al estilo Baker (Chet) y hemos conseguido un sonido, después de tres discos, afianzado. Este trabajo lo veo maduro, redondo y creo que hay mucho jazz dentro del álbum sobre todo para la gente que le guste este estilo de música.

– ¿Se centra excesivamente en el formato Reinhardt y Grappelli del jazz manouche?

– T.Z.: Es un disco muy variado. Nos gusta hacer un álbum como un paseo. Según van ocurriendo las canciones ocurre también un paseo ya que hemos elegido que haya un protagonista sonoro a parte de la voz. Cada canción es un paisaje. Me parece muy interesante que la gente piense eso, que la música te transporta. Es una especie de paseo mental. ‘La menor explicación’ es un disco que no necesita tanta presentación, le puse ese nombre para no extenderme demasiado con los periodistas, ya me entiendes (risas generalizadas).

– Una música tan particular como el jazz manouche, cíngaro y gitano, procedente de Francia ¿Cómo es tratado este estilo musical en nuestro Estado?

– T.Z.: Yo creo que se está recuperando. Conozco varios casos de bandas que enarbolan esta bandera. Me gustaría por ejemplo citar a algunos grupos para que la gente pueda buscar a Olé Swing. Hace un sonido maravilloso, tiene dos guitarristas brutales. Tocan la guitarra francesa y evidentemente compartimos a uno de los mejores violinistas de España en estas lides, Raúl Márquez. Trabaja con ellos pero también en los discos nuestros que hemos comentado antes. Es una verdadera maravilla. Ellos venían de una formación llamada ‘Baxtalo Drom’. A partir de conocer su trabajo lo que les pedí por medio de Raúl es que nos acercásemos al sonido ese. Hemos conocido a más gente que hace homenaje a ese sonido manouche. Algunos amigos en ‘La Canalla’ en Sevilla que de pronto hace aparecer el aire de New Orleans que es muy evocador. La gente a la que le gusta la buena música debe de tener presente que ahora están surgiendo un montón de grupos de ese estilo. No se produce con grandes compañías internacionales sino más bien todo lo contrario. Están recuperando el sonido de calidad y ante eso me gusta añadir que no hay mal que por bien no venga. Habrá mucha crisis pero a nivel personal y auto-producido se está haciendo música de mayor calidad que todo el pop de lata a la que estábamos acostumbrado.

– Parece que se agudiza el ingenio. Háblennos un poco de lo que será la cita el próximo 2 de noviembre en la Sala Teobaldo Power de La Orotava en el norte de Tenerife ¿Viene a formato de trío? ¿Es su favorito o hubiera preferido otro?

– T.Z.: Es diferente. A mí me gustan todos. Estos días he estado en Huelva con guitarra y voz nada más. También hacemos citas con la banda completa lo que supone una verdadera fiesta musical. Todos los formatos tienen algo de especial. Cada uno aporta algo diferente. Igual que la desnudez de una guitarra y una voz permite abrir diálogo con el público, también una cercanía cuando introducimos la trompeta vamos a ver un camino que es la segunda fase en la composición de las canciones. Primero se compone y después se le van añadiendo instrumentación. El paso que se da es añadirle carácter. Después a medida que se le va sumando instrumentos se le suma también diferentes atractivos. Todo tiene su pase, hay gente que me ha dicho que las canciones a guitarra y voz le han dejado pasmado. Dentro de la guitarra de Taboada existen todos los instrumentos. Están apuntados ahí, con esos dedos. Son 20 dedos en vez de 10 (risas). En el formato trío es un punto que está en el medio de las dos cosas, habrá un diálogo con el público y un toque muy jazzero con el maestro Machado a la trompeta.

– ¿Qué le tiene preparado a la gente que al teatro se acerque? ¿Qué canción no va a faltar en este nuevo acercamiento a Tenerife?

– T.Z.: Vamos a escuchar seguro las canciones del último disco porque nos interesa que la gente las conozcan. Echaremos una mirada atrás en el tiempo, comentaré alguna anécdota y conoceremos el por qué de las cosas. Echaremos una mirada atrás con discos como ‘Los mares de China’. Evidentemente no podemos hacer las 30 ó 32 canciones que tenemos pero van a haber muchas, algunas de cada disco. Va a ser muy difícil que no me guarde una sorpresa en la manga porque si no el show no tiene gracia (risas). Hay canciones que el público está esperando, alguna que ha sido bandera de nuestra onda.

– ¿Qué próximos planes tiene Toni Zenet para el futuro inmediante? ¿Se queda zanjado ya el viaje a Reinhardt y la tradición manouche? Suponemos que planes para seguir en la brecha hay de sobra

– T.Z.: Hubo un bonito noviazgo con la Cuban Sound Project. Son, me parece que 15 músicos, una big band de cubanos con la que compartimos algunos de ellos en nuestra banda. Pepe Rivero, pianista y el trompetista Manuel Machado también trabajan conmigo. Hicimos una cosa muy bonita coincidiendo con el cumpleaños de Reinaldo Creagh, uno de los fundadores de la Vieja Trova Santiaguera, cumplía 93 años. Yo le canté una de mis canciones y quedó encantado. Va a surgir una colaboración muy interesante con esa agrupación de big band. Me gustaría realzar mi música con ese estilo de grupos y abordar el sonido cubano desde ese punto de vista. Es un proyecto grande pero le tengo muchísimo cariño, no cabe duda. Estaremos solicitando esta historia para primavera probablemente. Nos queda una recopilación de estos tres discos anteriores pero el presente rabioso y pensando en el futuro esto es lo más cercano, en primavera nos pondremos a trabajar juntos. Creo que eso va a ser un bombazo brutal.

– Ya sólo resta que mandes un saludo a los lectores de Canción a quemarropa en Creativacanaria.com y un último ánimo para que la gente acuda a tu actuación en el Teatro Teaobaldo Power de La Orotava en el norte de Tenerife el próximo 2 de noviembre…

– T.Z.: Aunque hayan muchos factores que intenten tumbarnos, no lo van a conseguir. A la música, desde luego que no. Hace unos días estuve con un buen amigo Alberto San Juan que estaba en el Teatro Alfil de Madrid haciendo un monólogo, y él decía exactamente lo mismo. La música es como una pareja, tiene que haber dos. En el caso de la música es el que está ahí oyendo y el que está tocando. Será un buen rato de música. Aprovechen porque serán ellos los que nos ayudan a mantener esto vivo y ahí estaremos en La Orotava con muchísimo cariño y mucha música ¡Espero veros!